El pasado 26 de julio, Unigel – una de las empresas petroquímicas más importantes de América Latina – anunció el inicio de la construcción de la primera planta para la producción de hidrógeno verde en Brasil.

La inversión inicial planificada asciende a 120 millones de dólares y se espera que entre en funcionamiento a fines de 2023. En la primera fase, la capacidad de producción de la planta – ubicada en el Complejo Industrial de Camaçari – debería alcanzar las 10.000 toneladas de hidrógeno verde por año y las 60.000 toneladas de amoníaco verde por año. A partir de 2025, está previsto el comienzo de la segunda fase, con el objetivo de cuadruplicar la producción, llegando a las 60.000 toneladas de hidrógeno verde al año y a las 240.000 toneladas de amoníaco verde por año.

Al respecto, el Ministro de Medio Ambiente de Brasil, Joaquim Leite, afirmó que el hidrogeno verde «Es la energía del futuro y el mundo tiene un desafío de cómo producir más energía limpia, que viene de la solar y la eólica. Además – sigue el Ministro –  el hidrógeno verde fortalece la «economía fértil, no solo para reducir la emisión de gases (de efecto invernadero) sino también para ser innovadores», con un potencial de 85 % de la matriz energética proveniente de fuentes renovables como la hidráulica, eólica y solar.