Hidrógeno verde: tres fases de desarrollo para la estrategia nacional. Para 2030, las inversiones superarán los 15.000 millones de dólares
La producción de hidrógeno a partir de fuentes renovables es una pieza clave para el desarrollo económico sostenible de Chile en las próximas décadas, un proceso que ha despertado el interés internacional y crea grandes oportunidades de vínculos productivos entre Chile e Italia.
En Chile, el sector energético es responsable de casi el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que su transformación es crucial para alcanzar la neutralidad en carbono en 2050, de acuerdo con la legislación sobre cambio climático. En este sentido, varios estudios indican que el hidrógeno verde permitirá alcanzar casi el 25% de este objetivo.
La geografía y las condiciones climáticas de Chile ofrecen un inmenso potencial para la producción de energías renovables. La radiación solar en el desierto de Atacama, junto con los vientos del sur y de la Patagonia, crea un potencial de hasta 80 veces la capacidad instalada en el país, creando las condiciones para que el hidrógeno verde producido en Chile sea el más barato del mundo.
La Estrategia Nacional del Hidrógeno Verde publicada en 2020 prevé tres fases de desarrollo. El primero corresponde a aplicaciones locales que aumentan la demanda de hidrógeno e impulsan la industria nacional, afectando a sectores clave como la minería y el transporte de mercancías, entre otros. El segundo se refiere al aumento de las aplicaciones nacionales, sentando las bases de una mayor producción que permita exportar hidrógeno en forma de amoníaco e hidrógeno líquido. Por último, la tercera fase prevé que Chile se convierta en un productor global de combustibles sintéticos.
Así, en Chile hay actualmente en marcha 60 proyectos de distinta envergadura, repartidos en los tres valles del hidrógeno del país: Antofagasta en el norte, Magallanes en el extremo sur y Valparaíso y Biobío en el centro. Para 2030 se espera una inversión de más de 15.000 millones de dólares, con una producción de más de 1,2 millones de toneladas y un consumo local de 500.000 toneladas, lo que permitirá un desarrollo económico sostenible que respete a las comunidades locales, permita una transición ecológica justa y cree empleo para hombres y mujeres.
Entre las iniciativas públicas chilenas destaca la primera licitación de la Agencia de Desarrollo Económico de Chile, Corfo, para financiar proyectos de producción de hidrógeno verde por un valor total de 50 millones de dólares, que suscitó el interés de importantes empresas productoras de energía y de la industria chilena y se adjudicó durante 2022.
El interés de las empresas italianas en Chile es natural, dada la presencia de importantes actores en la generación de energía limpia, proveedores de tecnología y potenciales compradores. Como oficina comercial de Chile en Italia, desarrollamos acciones en línea con nuestra Embajada en Roma, contribuyendo a la difusión de oportunidades y organizando reuniones con actores industriales y logísticos. En octubre, una delegación del Ministerio de Energía visitó Italia para celebrar reuniones de alto nivel.
Chile es un país abierto al mundo, con vocación de sostenibilidad y aspira a ser uno de los principales actores del hidrógeno verde a nivel mundial.
Todas las oportunidades que ofrece Chile y su desarrollo se podrán ver en HyVolution, la exposición líder para la industria del hidrógeno que se celebrará en junio de 2023 en Santiago de Chile.
Felipe Repetto – Trade Commissioner of Chile in Italy*
* Artículo originalmente publicado en «Tribuna Economica» del 19 de dicembre de 2022.