Movilidad activa y sostenible en la Región Metropolitana de Santiago
Al igual que en todo el mundo, el fenómeno de la pandemia ha significado un replanteamiento de la vida urbana y en particular de la movilidad. En la Región Metropolitana de Santiago, el efecto de la pandemia ha sido un aumento exponencial de los modos “privados” de movilidad. Sean estos vehículos motorizados o ciclos para movilidad activa y sustentable.
¿Cuáles son las tres principales brechas para el desarrollo de la movilidad activa y sostenible en la Región Metropolitana de Santiago?
–Carencia de Infraestructura: Hoy existen en la región aproximadamente 400 kilómetros de ciclovías que en su mayoría no cumplen el estándar definido por el Ministerio de Transportes y por otra parte hay un potencial de aproximadamente 2.000 kilómetros a construir para generar una red completa e integrada. La propuesta que estamos elaborando es una “Asociación Público Privada”, que permita realizar una rápida inversión inicial de 400 kilómetros y que incluya la mantención, operación y seguridad en largo plazo. Se estima una inversión de USD MM$400.
–Inseguridad: dada la condición de la infraestructura, existe una percepción de inseguridad vial entre las y los usuarios de ciclos, que afecta también a la movilidad activa y sostenible. Por lo tanto, hemos reorientado el diseño de un sistema integrado de ciclovías para convertirse en una red integrada de seguridad.
–Política de Movilidad con Enfoque de Género: lamentablemente, como en el resto del mundo, las situaciones de criticidad e inseguridad muchas veces afectan principalmente a las capas más vulnerables de la población. A este respecto, se realizó un estudio sobre los efectos de la movilidad, principalmente entre las mujeres, y se constató la necesidad de generar una Política de Movilidad Regional que incorpore al mismo tiempo el enfoque de género.
En Santiago la movilidad activa y sostenible se ha ganado un lugar en el imaginario urbano-colectivo de las y los santiaguinos. En la cultura, en la academia y en la política, la movilidad activa ha ganado su espacio y los cuestionamientos iniciales de hace 15 años han sido superados por otras discusiones de carácter más específico y problemas más complejos. En el mundo, por su parte, la movilidad sostenible se asocia fuertemente a la Electromovilidad.
Paradojalmente, en el caso de Santiago, este factor se está desarrollando rápidamente, con tecnología avanzada, un mercado que se profundiza y con una matriz energética de Chile que produce más energía limpia que energía proveniente de combustibles fósiles. Por lo tanto, para Santiago en estos momentos el desafío de la movilidad sostenible no es tecnológico. Los desafíos de Santiago son Gobernanza e Institucionalidad.
Siendo Chile una potencia en producción de energía limpia, incluido hidrógeno verde, nuestros desafíos aún están en el ámbito de lo humano. De alguna forma Santiago nos plantea que el cambio tecnológico requiere un campo social-cultural que es anterior y sin el cual no hay posibilidad de desarrollo.
Gonzalo García Méndez, Jefe División Infraestructura y Transporte – Gobierno Regional de Santiago